Célico corrió riesgos, sembró esperanza y confianza con la selección de Ecuador

La presentación de Ecuador durante el amistoso ante Perú sembró esperanza, ganó en confianza y dejó bien parado al técnico interino, el argentino Jorge Célico, tras el enorme riesgo al que se expuso con una renovación casi completa del equipo.

El desempeño que alcanzó el renovado equipo en Nueva Jersey (EE.UU.) alentó los buenos presagios porque, más allá del triunfo, quedó el recuerdo del buen funcionamiento mostrado.

Ese desempeño valió para ganar en confianza, tras las malas actuaciones del combinado en la parte decisiva de las pasadas eliminatorias sudamericanas y en la reciente Copa América de Brasil, empañada, además, por los actos de indisciplina y la irregularidad mostrados en ambas competiciones por las algunas figuras.

Si con las añejas figuras le fue mal a Ecuador, Célico se la jugó con un grupo lleno de debutantes, que habían mostrado algo de brillo con sus equipos.

Fue el primer partido, la primera presentación ante la exigente sociedad ecuatoriana y se ganó el espectáculo. El equipo brilló solo y mostró una alta dosis de comprensión y funcionamiento en un deporte lleno de complejidad como es el fútbol.

Por una u otra razón, entre los grandes ausentes en el amistoso ante Perú figuró el centrocampista Antonio Valencia, protagonista por diez años con un equipo de las exigencias competitivas del Manchester United de Inglaterra.

Tampoco estuvieron el actual goleador del equipo, el atacante Enner Valencia, del Tigres de México, los defensas centrales Gabriel Achilier y Robert Arboleda, ni los porteros mundialistas Alexander Domínguez y Máximo Banguera.

En la nueva lista de los que se ganaron el derecho para ser titulares figura el portero Pedro Ortiz.

Dario Aimar y Xavier Arreaga en el centro de la defensa sobresalieron más que en todo el tiempo que actuaron juntos con el guayaquileño Barcelona que, obligado por la crisis económica, los lanzó al ruedo, rompiendo la tradición que ese puesto era exclusivo para veteranos con gran trayectoria.

Mención aparte merecen los centrocampistas Fernando Gaibor y su gran aliado Jegson Méndez, quienes cortaron los circuitos de la buena generación futbolística, característica de los peruanos.

El defensa izquierdo Diego Palacios debió marcar al más veloz de los extremos derechos del continente y figura con la selección peruana, Luis Advíncula pero, para ganar el duelo contó con la solidaridad y generosidad de esfuerzo del atacante Érick Castillo.

El atacante del Sporting de Lisboa Gonzalo Plata, de 18 años, ocupó el extremo derecho, un puesto casi exclusivo de Antonio Valencia.

La mejor defensa de Plata, fueron sus ataques constantes que frenaron por completo a Miguel Trauco, que debió ser expulsado porque lo sacó del partido con una acción violenta.

Aunque no anotó ante Perú, el atacante Michael Estrada cubrió bien la ausencia de Enner Valencia; frenó por completo a los tres centrales peruanos, Luis Abram, Andrés Santamaría y luego a Carlos Zambrano, figuras de la selección de su país en Rusia y Copa América de Brasil.

En el riesgo que corrió Célico, estuvo la convocatoria apresurada del atacante Bryan «Cuco» Angulo, que recién se vinculó al Cruz Azul, de México, como fruto de sus antecedentes con Emelec, más que por su actual momento, pero corrigió oportunamente sustituyéndolo muy bien con Michael Estrada.

Célico y el equipo aprobaron la primera prueba, con un gran porcentaje de acierto en la convocatoria y una buena presentación ante el subcampeón de Copa América, uno de los actuales cuatro mejores equipos de Sudamérica.

Una situación que preven mantener el 10 de septiembre ante Bolivia y en octubre próximo probablemente contra Argentina. EFE

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