La corrupción que rodea al Grupo Eljuri
El hombre del maletín en el mundo petrolero y la trama de sobornos, José Rubén Terán en una conversación privada con un delator, reveló que el sistema de sobornos y lavado de activos de las coimas pasaba a través del Banco Sai Bank, de propiedad de Juan Pablo Eljuri. Al respecto Terán dice lo siguiente: ““La encomienda la hacemos con el Sailbank”, afirma, introduciendo en el ojo del huracán a un banco que relaciona con el empresario ecuatoriano Juan Eljuri. La transacción es solo en efectivo, “no hay cheque ni transferencias”. Terán aclara que cuando el dinero llega a su cuenta, el banco le avisa. Los fondos no se repatrian, “el banco hace una especie de remesas” y él puede retirar en efectivo. Nunca le piden código Swift. “Los otros bancos solo te permiten hasta $ 5 mil”. Este no.”
La grabación a Terán revela el complejo esquema de lavado de dinero producto de soborno y que contaba con la total complicidad del banco propiedad de los Eljuri.
La Fiscalía Ecuatoriana, muy lenta para descubrir la corrupción de Odebrecht decidió en el caso Sai Bank acusar a dos funcionario del mencionado banco y se abstuvo de acusar al empresario Juan Pablo Eljuri, a pesar de que en algún momento se le dictó prisión preventiva.
Algo huele mal en el negocio del gas
GasVesubio, la empresa de comercialización de Gas del Grupo Eljuri, que inició la construcción de un planta de gas con la firma Ros Roca, la misma que contrató el gobierno de Ecuador en ese entonces presidida por el expresidente Rafael Correa, para la construcción de la planta de Bajo Alto para PetroEcuador, construcción que ha presentado múltiples deficiencia y reparaciones que ocasionaron pérdidas enormes para el estado ecuatoriano.
La planta de Bajo Alto, era un viejo anhelo de los Eljuri, que quieran esta para abastecer de energía a las empresas de Cerámica de Cuenca.
No siendo suficiente, existen evidencias de irregularidades por parte de GasVesubio, pues la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero detectó que se confirmó que Casa Grande Motor era la fiscalizadora, pero en realidad solo tenía un contrato de consultoría con Gasvesubio y no de fiscalización.
También se conoció lo anterior se conoció que el apoderado de Casa Grande Motor es Alex Gustavo Fiallos, exempleado de PetroEcuador y posteriormente administrador del contrato con Ros Roca para Bajo Alto, de PetroEcuador. Toda una compleja red de conflictos de intereses a sabor del conglomerado de los Eljuri.
Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero estableció que tanto Gasvesubio y Casa Grande Motor se encuentra en incumplimiento con la Superintendencia de Compañías por múltiples faltas.
Ahora el reconocido conglomerado de los Eljuri llegó a Colombia de la mano de las marcas de auto Kia y Hyundai, donde su incursión no ha estado exenta de polémica.