Ecuador suspende exportaciones de petróleo tras ruptura de dos oleoductos
Ecuador ha suspendido las exportaciones de petróleo, la principal fuente de ingresos del país, tras la ruptura de dos tramos de un oleoducto de propiedad estatal y otro privado, confirmó este jueves en entrevista a EFE el ministro ecuatoriano de Energía, René Ortiz.
El martes se produjo la ruptura de un tramo en el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) por un hundimiento de tierra en el sector de San Rafael, entre las provincias amazónicas de Sucumbíos y Napo, provocando la paralización de los dos sistemas de bombeo de crudo y derivados.
Ello «ha provocado la declaratoria de fuerza mayor en la ejecución de los contratos -tanto para producir como para exportar petróleo- y para evitar penalidades por falta de producción», indicó el ministro.
Añadió que «por la falta de crudo para embarques contratados previamente, se ha suspendido las exportaciones de petróleo, que representan una de las fuentes principales de los ingresos para las arcas fiscales».
«Ya está paralizada (la exportación), creo que hay un embarque más que está llegando y se lleva (el petróleo) y ya quedan vacíos los tanques», afirmó al anotar que el pasado martes, Ecuador produjo 538.000 barriles de petróleo entre empresas públicas y privadas.
TIEMPO DE REPARACIONES
Las autoridades han diseñado ya la variante de conexión del SOTE, a un kilómetro y medio de la zona de la ruptura y cuentan con la tubería de 26 pulgadas de diámetro necesaria para los trabajos.
«Esa variante podría tomar entre dos y tres semanas (pues) el área es bien escarpada», comentó Ortiz, quien calcula que con la reparación del SOTE se restablecería el bombeo y la producción en unos 300.000 ó 400.000 barriles.
Por otro lado, estimó que la reparación del OCP, con una tubería de 40 pulgadas de diámetro, puede tardar hasta un mes.
El titular de la Cartera de Energía y Recursos Naturales No Renovables garantizó el abastecimiento nacional de combustibles las reservas existentes y, además, porque el confinamiento de la población para evitar la propagación del COVID-19 ha reducido el consumo sustancialmente.
La demanda se restablecerá en función de cómo el Gobierno entre en proceso de reactivación económica en Ecuador, que atraviesa por una emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus.
Con el primer caso de contagio reportado el pasado 29 de febrero, Ecuador se encuentra en estado de excepción desde el 16 de marzo, con medidas que limitan el tráfico de vehículos, la actividad comercial y laboral, y en algunos lugares, como Quito, con suspensión del uso del espacio público.
Ecuador registra a día de hoy 272 fallecidos y 4.965 positivos por el COVID-19, de los que 3.384 se dan en la provincia costera de Guayas, cuya capital es Guayaquil.
El aislamiento decretado por las autoridades para frenar el virus ha provocado un descalabro económico, con el 70 por ciento de la actividad de negocios paralizada y la necesidad de que el país se vea obligado a acudir a los organismos internacionales en busca de préstamos.
Igualmente, el Gobierno ha pedido a sus acreedores privados de los bonos de deuda exterior que acepten que se difiera el pago de intereses hasta agosto próximo, para dirigir ese ahorro a la atención de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus.
Una situación a la que se agrega ahora la suspensión de las exportaciones de petróleo, y por ende un agujero más para la Hacienda nacional.
«NO HAY DONDE PONER UN BARRIL MÁS»
Aunque Ecuador ya no forma parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Ortiz ha sido invitado a participar este jueves en una reunión virtual convocada por el grupo para analizar la sobreoferta que existe de crudo en el mercado derivada, fundamentalmente, por la contracción de la economía mundial.
«Hay una relación directa entre el crecimiento económico y la demanda de energía, y dentro de la demanda de energía, la demanda de petróleo es la más importante», recordó al señalar que actualmente ha bajado el consumo por la pandemia.
Por ello, los países están «sobre abarrotados, o sea no hay donde poner un barril más», indicó al apuntar que todos los países tienen problemas.
«Ecuador tiene un problema físico, de no poder exportar, y el resto tiene un problema físico de no saber a dónde exportar», finalizó el alto funcionario. EFE