Pedido de ley seca no pasó en COE nacional; solo se aceptó una solicitud de la Alcaldía de Quito
Quito, que en papeles está en semáforo amarillo pero en las calles vive en semáforo verde, atraviesa un escenario complejo en la lucha para frenar al covid-19. Hasta ayer 19 de junio, las autoridades informaron que en la ciudad hay 5 271 casos confirmados de la enfermedad y que 404 de los 430 fallecimientos que hay en Pichincha por coronavirus positivo ocurrieron en la urbe.
El aumento de casos debido a las aglomeraciones y otros factores obligaron a la Alcaldía a pedir al COE nacional que amplíe el toque de queda de 18:00 a 05:00, que aplique la ley seca, que no se reanude el trabajo presencial del sector público y que no se reactive el transporte terrestre interprovincial, desde y hacia la capital. Ayer, el COE nacional aceptó solo un pedido: la suspensión del trabajo presencial de los servidores públicos. Para el Municipio, uno de los problemas que enfrenta la capital es el consumo excesivo de alcohol y reuniones grandes y fiestas, que están prohibidas en esta emergencia.
Desde el 12 de junio hasta ayer, la Intendencia de Pichincha suspendió 40 festejos en casas. La intendenta Daniela Valarezo informó que la mayoría de esos casos se reportó en el sur, todas fueron organizadas por adultos que consumían licor. La gente hace las denuncias a través del ECU-911 y de Twitter, además de reportes de los comisarios. Ayer 19 de junio, el alcalde Jorge Yunda dijo que la tasa de positividad en Quito es del 6%, es decir que de cada 100 quiteños que se hacen pruebas, seis tienen el virus y “eso nos permite seguir manteniendo el amarillo”. Pero señaló que ante cualquier indicador alarmante, se tomarán decisiones. Las aglomeraciones son constantes.
En la calle Abdón Calderón (San Roque), miles de comerciantes informales salieron desde las 06:00 de ayer. En medio del desorden y la insalubridad, ellos colocaban productos en la acera. Hubo gente que no usaba mascarilla y comía en la vía pública. En una de las aceras, unos hombres bebían licor. Los vecinos de la zona se quejan de que casi todos los días tienen el mismo problema, pese a que se han realizado operativos. El último lo ejecutó la Intendencia de Pichincha el miércoles, para controlar el cumplimiento del distanciamiento, el uso de mascarillas y las normas de bioseguridad dentro de los locales comerciales.
Un panorama similar se vivió en otros puntos del Centro Histórico. En las calles Chile, Bolívar y Olmedo circularon miles de personas. En el norte, en el bulevar de Cotocollao, se observó gran cantidad de comerciantes y peatones.